Vidal intenta recuperar miles de hectáreas productivas con una obra [Política]
Es la más importante de su gestión, la obra demandaría un tiempo estimado mayor a 6 años y será clave para el sector ganadero.
La gobernadora Vidal propuso dejar como legado de su gestión las obras contra las inundaciones y en especial se centrará en la del Río Salado, que es el desagote no sólo de decenas de municipios bonaerenses sino de cinco provincias.
"No son obras que se van a hacer de un día para el otro, pero ya empezamos. Va a llegar un día en el que ocho millones de personas dejen de inundarse. Esta vez sí va en serio", anunciaba Vidal el año pasado, cuando lanzó el plan de obras hidráulicas por un costo total de 15 mil millones de pesos.
Ese plan incluye obras en los ríos Luján, Areco, Quinto y el arroyo Pergamino, pero la obra más importante, es el gran plan Integral de la Cuenca del Salado, que beneficiaría a más de 60 municipios y a casi un millón y medio de personas.
La obra tiene cuatro etapas que se dividen en trabajos tanto del Gobierno nacional como el de la provincia.
La cuarta etapa, que consiste en el ensanche y profundización del río, fue supervisada por Macri y Vidal el último viernes. Para esta etapa, Vidal consiguió lo que Daniel Scioli había dejado por la mitad: un crédito de 300 millones de dólares del Banco Mundial que fue gestionado por su ministro de Infraestructura, Roberto Gigante.
Fuentes del gobierno bonaerense aseguran que las obras hidráulicas son el mayor desafío en materia de obra pública que puede tener la provincia, ya que del resto, como en el caso de las autopistas, se encarga la Nación.
Se trata de un intento clave del Gobierno para explotar la productividad principal de la provincia: en el Gobierno de Vidal aseguraron que se podrían recuperar al menos un millón de hectáreas para producir pero no descartan recuperar hasta 3 millones.
El ministro de Agroindustria de la provincia, Leonardo Sarquis, aseguró que se recuperarían no menos de 1,8 millones de hectáreas pero que no habrá que esperar mucho tiempo para notar los beneficios.
Jorge Solmi, de Federación Agraria, aseguró que la obra es clave para la ganadería y permitiría explotar 4 millones de cabezas de ganado. Solmi estimó que pese a los cálculos del gobierno, la obra demandará "no menos de diez años", un plazo muy diferente al que estima el gobierno.
El interés del campo por esta obra es tal, que definen a la zona afectada históricamente "la cuenca deprimida del Salado", tanto por las aguas como por el estado de ánimo de los productores por la pérdida de ganancias que significan las inundaciones.
La obra es fundamental no sólo para la provincia de Buenos Aires sino también para San Luis, Córdoba, La Pampa y Santa Fe, que padecen los trastornos de los desbordes del Río Salado.
Según cálculos que se brindaron desde la Federación Agraria bonaerense, la Provincia tiene 18.650.000 cabezas de ganado, de las cuales más de 12.000.000 se encuentran en los distritos afectados por las inundaciones.
4.300.000 cabezas deben alimentarse de forrajes. Un gasto estimado de mas de cien mil rollos de pasto seco que serían necesarios diariamente para la mantención de estos animales, lo que representa 60 millones de pesos por día. Además necesitarían unos 110.000 camiones jaulas para movilizar esos animales.
Ariel Festa
La gobernadora Vidal propuso dejar como legado de su gestión las obras contra las inundaciones y en especial se centrará en la del Río Salado, que es el desagote no sólo de decenas de municipios bonaerenses sino de cinco provincias.
"No son obras que se van a hacer de un día para el otro, pero ya empezamos. Va a llegar un día en el que ocho millones de personas dejen de inundarse. Esta vez sí va en serio", anunciaba Vidal el año pasado, cuando lanzó el plan de obras hidráulicas por un costo total de 15 mil millones de pesos.
Ese plan incluye obras en los ríos Luján, Areco, Quinto y el arroyo Pergamino, pero la obra más importante, es el gran plan Integral de la Cuenca del Salado, que beneficiaría a más de 60 municipios y a casi un millón y medio de personas.
La obra tiene cuatro etapas que se dividen en trabajos tanto del Gobierno nacional como el de la provincia.
La cuarta etapa, que consiste en el ensanche y profundización del río, fue supervisada por Macri y Vidal el último viernes. Para esta etapa, Vidal consiguió lo que Daniel Scioli había dejado por la mitad: un crédito de 300 millones de dólares del Banco Mundial que fue gestionado por su ministro de Infraestructura, Roberto Gigante.
Fuentes del gobierno bonaerense aseguran que las obras hidráulicas son el mayor desafío en materia de obra pública que puede tener la provincia, ya que del resto, como en el caso de las autopistas, se encarga la Nación.
Se trata de un intento clave del Gobierno para explotar la productividad principal de la provincia: en el Gobierno de Vidal aseguraron que se podrían recuperar al menos un millón de hectáreas para producir pero no descartan recuperar hasta 3 millones.
El ministro de Agroindustria de la provincia, Leonardo Sarquis, aseguró que se recuperarían no menos de 1,8 millones de hectáreas pero que no habrá que esperar mucho tiempo para notar los beneficios.
Jorge Solmi, de Federación Agraria, aseguró que la obra es clave para la ganadería y permitiría explotar 4 millones de cabezas de ganado. Solmi estimó que pese a los cálculos del gobierno, la obra demandará "no menos de diez años", un plazo muy diferente al que estima el gobierno.
El interés del campo por esta obra es tal, que definen a la zona afectada históricamente "la cuenca deprimida del Salado", tanto por las aguas como por el estado de ánimo de los productores por la pérdida de ganancias que significan las inundaciones.
La obra es fundamental no sólo para la provincia de Buenos Aires sino también para San Luis, Córdoba, La Pampa y Santa Fe, que padecen los trastornos de los desbordes del Río Salado.
Según cálculos que se brindaron desde la Federación Agraria bonaerense, la Provincia tiene 18.650.000 cabezas de ganado, de las cuales más de 12.000.000 se encuentran en los distritos afectados por las inundaciones.
4.300.000 cabezas deben alimentarse de forrajes. Un gasto estimado de mas de cien mil rollos de pasto seco que serían necesarios diariamente para la mantención de estos animales, lo que representa 60 millones de pesos por día. Además necesitarían unos 110.000 camiones jaulas para movilizar esos animales.
Ariel Festa
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